lunes, 26 de diciembre de 2011

¿CÓMO LO HARÉ?

Ya llevo casi 11 semanas de baja maternal. Eso quiere decir que me quedan.......¡¿5?! Bueno con la lactancia....!!¿7?!!...... Uffff, no quiero pensarlo, pero esto está a la vuelta de la esquina. No me daré cuenta y estaré picando mi tarjeta 50/30 en la estación.......Y la verdad es que echo de menos el trabajo, los clientes, mi compañero, mi jefe, y volver a estar en activo. Pero mi bebé.........................

Cuando tuve a mi primera hija, me incorporé al trabajo cuando ella tenía casi 6 meses. Y luego estuvo al cuidado de mi marido y de mi suegro para retrasar la entrada a la guardería, así que la llevamos a los 8 meses. Ella tomaba biberón desde que tenía 1 mes y medio, con lo cual, no hubo que hacer cambios en su alimentación. Pero ahora es distinto. Mi segunda hija toma pecho, y ahora la situación es diferente. Nuestros trabajos han cambiado y mi suegro ahora no podría hacer lo que hizo entonces. Ni tampoco mi marido. Mi madre ahora está más disponible, pero tampoco está 100% para endosarle un bebé de 4 meses y medio 7 horas diarias. Así que me asaltan mogollón de dudas acerca de mi vuelta al trabajo.

Lo que más me preocupa es el tema de la leche. Me saco a diario y la congelo. Pero no saco siempre la misma cantidad y tampoco sé cuales serán las necesidades de la peque dentro de 1 mes y medio. No sé cuánto come, así que voy sacando, sacando, y guardando. De momento he conseguido que aguante 3 horas entre toma y toma, esporádicamente. Porque aún hay muchos días que necesita comer a las 2 horas y media. Entonces pienso en que yo no estaré, y que mi leche congelada, no sé para cuánto tiempo servirá.

Tengo pensado que cuando tenga que introducir la fruta, se la den por la mañana en la "guarde". Así borramos una toma de leche. Luego los cereales, otra toma menos, y la verdura otra menos. Pero este proceso serán 2 meses, y yo no sé si voy a poder hacer acopio de leche para ese tiempo. Espero que para cuando llegue el momento, la nena coma más espaciadamente y así, la leche que tengo congelada, me pueda durar más. Aysss.......no sé.

Por otro lado pienso darle pecho por las tardes y por la noche. Y así alargar un poco más de teta.
Me siento rara porque tenía un mal recuerdo de la lactancia. Mi primera hija no engordaba y lo tuve que dejar. Y ahora, es diferente y me apetece prolongarlo todo lo que pueda. Ya sé que no voy a ser peor por dejar de darle el pecho, pero no me siento preparada para quitárselo. Aún no.

No sé, tengo un poco de lío en la cabeza. Otra vez las cosas que no dependen de mi...........Ya dije en otra entrada que esto me pone muy nerviosa. No controlar la situación.

Saldremos de ésta, tuve la misma sensación cuando nació la Laia. No sabía cómo narices iba a compaginar los horarios, con el cole y la rutina diaria. Y mira, ya han pasado 2 meses-casi 3.

Intentaré aprovechar lo que me queda, achuchando mucho a mi pequeñita. Le voy a dar tantos besos que le voy a gastar los "moflis". Ayyyy!!! (suspiro) Qué pena!..........

jueves, 22 de diciembre de 2011

ANTAÑO

Siempre que hablo con alguien sobre cómo ha evolucionado la sociedad en los últimos años, se me viene a la cabeza una frase que dijo el gran juez de menores de Granada, don Emilio Calatayud:
Hemos evolucionado muy rápido en un espacio muy corto de tiempo.

Y es que no puedo evitar comparar situaciones. Hoy hablaba con mi madre sobre los celos de mi hija. Porque parecía que habíamos bajado un peldaño en intensidad, que la cosa había aflojado, pero hemos vuelto a las andadas y ha subido ese maldito peldaño otra vez. Anoche tuve una conversación con ella, de esas profundas, de sincerarse. Pensé que a ver si a partir de ahora, con tantos días de vacaciones, la cosa se relaja estando todos juntos. O puede ser peooorrrr...........

La cuestión es que hablábamos de todo un poco, y hemos acabado conversando sobre la infancia de mi padre. Familias en las que había de 8 a 10 hijos, en las que tenían que comer lo que podían, en las que tocaban a un huevo por pareja, y los zapatos pasaban de hermano a hermano, y si era necesario, se rellenaban con algodones o papeles arrugados............ Familias en las que el padre era un desconocido, al que sus hijos le hablaban de "usted", y la madre hacía lo que podía porque su marido se dedicaba sólo a trabajar fuera de casa, y ella tenía que lidiar con 8 hijos.

Pensando en todo esto.......reflexiono:
Antes, era imposible que los padres les diesen una buena calidad de atención personal a sus hijos. No quiero imaginarme el día a día de una familia así............ Ahora, les prestamos muchísima más atención. No quiero decir que nos preocupamos más, pero ahora perdemos tiempo en buscar soluciones a posibles problemas y antes...creo que no. Hablo en general eh.
Entonces yo me pregunto:
Antes, con todos los hermanos que había, no existían los problemas de celos que hay ahora??? O cómo va esto?
Es que ahora se estudia más estos casos, y antes ni se planteaban que podía haber un problema??
O es que los niños tenían hermanos tan pronto, que no les daba tiempo a sentirse los reyes de la casa??

No sé, en principio estaban peor que en la actualidad, pero los adultos que fueron niños en esa generación, te dicen que no había estas cosas de ahora.
Creo que los padres de ahora demostramos mucho más el amor a nuestros hijos. Los padres (figura paterna) de aquella época eran muebles, no se dedicaban a jugar con ellos como lo hacen los padres de hoy. Un padre de aquella época estaba todo el día fuera de casa y cuando llegaba, que no le molestasen los niños, que venía agotado. Supongo que habría excepciones....
Entonces...........¿dónde está el fallo? Va a resultar que prestar toda la atención a los hijos se nos vuelve en contra o qué?

Si en 50 años hemos evolucionado así.............., qué va a pasar de aquí a otros 50?
Estoy un poco desbordada, a veces creo que no puedo con todo. Y eso que aún no he vuelto al trabajo.......

Me acompañará esta sensación el resto de mi vida, hasta que mis hijas sean autosuficientes? Se nota el exceso de trabajo al tener un segundo hijo. No por los cuidados que éste necesita, si no por el revuelo que se monta a su alrededor.

Bueno, me voy a dormir un rato, hasta la próxima toma, a ver si ordeno mi cabeza.......
Bona nit.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

COMO UN ROBLE

Hoy me he visitado nuevamente en el hospital. Tenía que recoger los resultados de la resonancia que me hice el mes pasado. Ya va a hacer 2 años de mi operación y cada año tengo que hacer un control. Desde que me operé, las visitas sucesivas siempre han sido con otro médico distinto al que me intervino. Mira que siempre me gustaría verle y no hay manera. Ni siquiera puedo hablar por teléfono con él. Es como si una burbuja de acero le protegiera, nunca puedo contactar con él. Este doctor es como un virus, sabes que existe pero nunca lo ves. Cuando estaba embarazada me tocaba hacer la resonancia, pero no sabía si podía hacerla estando así.
Pensé: llamo al hospital y hablo con él. ¿Qué? -En planta no está, te paso con consultas.
Consultas es como si tuviesen el teléfono descolgado, imposible hablar con nadie. Vuelvo a llamar y la de la centralita me pasa otra vez con planta, en planta me dicen que está en una sala a la que no puedo acceder, que lo intente más tarde. Así un día y otro. Hasta que indagando por internet, vi una página del Institut de Recerca del hospital, en la que aparecía un correo personal de él. De perdidos al río, total, no sé si se mirará este correo pero...........
Bingo!! Resulta que ha sido el método más eficaz, más rápido y más efectivo. A través de los mails me despejó las dudas del embarazo, e incluso he concertado mi visita de hoy gracias al correo.
Pero aún así, no he conseguido verle. Operación de urgencia y en consultas había otro médico de su equipo. No me ha importado, porque estaba Darío. Un médico majísimo, tímido, pero majísimo. En su día me hizo una punción lumbar que ni me enteré. Es de esas personas que les tienes que estirar para que hablen, pero cuando lo hacen, ves que su gran timidez le impide ser más abierto. Pero le sacas una sonrisa fácilmente, y siempre que le llamabas te atendía, a todas las preguntas que tuvieras. Majo, muy majo.

Bueno, hablando del tema más importante, estoy muy sana. La resonancia dice que está todo igual, o sea, bien. Se ve la huella del sangrado, la misma que se me ha visto siempre. Pero no hay rastro de nada por lo que haya que preocuparse. Así que otro añito más que echarse a la espalda.

No he olvidado lo que me pasó, pero casi. Mi vida volvió a la normalidad enseguida. Y si no fuera porque tengo que ir controlándome ya casi ni lo pensaría.
Hace pocos días mi marido recuperó las fotos que tenía en su móvil antiguo y ¡voilá! Aparecieron un chorro de fotos de mi costura, mi cabeza rapada, y mi cicatriz en diferentes momentos.
Ayyysss!!! Ahí si que se me ponen los pelos de punta.....

Bueno, ahora es una anécdota.
Hasta la próxima.

lunes, 12 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ?

Soy una persona a la que le gusta tener la situación bajo control.

Anticiparme a cosas que sé que pueden pasar para luego no tener que correr, ni caer en un remolino tormentoso. Eso me pone muy nerviosa. Un ejemplo tonto: si sé que mi hija debe llevar al cole un jersey amarillo dentro de tres días, quiero tenerlo a punto ya, no esperar al tercer día. O cuando he tenido un trabajo nuevo, me he pasado un par de días antes por la zona para ver dónde se podía aparcar. O si voy a un lugar nuevo en transporte público, quiero mirar bien qué debo enlazar con qué y dónde antes de hacerlo, no sobre la marcha. Cosas así. No sé si soy un poco especial en ese aspecto, pero es que si no lo hago, me pongo frenética. Me crea inseguridad el "no saber". Pero cuando las cosas no dependen de mi, ya no se puede controlar.

Este Viernes fui de cena con antiguos compañeros de trabajo. Dudaba entre llevarme a mi pin (Laia) o dejarla en casa. Cuando hemos salido hasta más de las 20:00h, luego no duerme igual, modifica sus costumbres. Así que como decidieron ir a cenar a un sitio muy concurrido, preferí dejarla en casa. Ella acostumbra a dormir desde las 21:00h aprox. hasta las 2:00 h, también aprox. Entre esas horas no se despierta para comer. Siempre me he quejado de que este tramo de sueño, lo podría hacer a partir de las 24:00h, que a mi me iría estupendo. Pero no lo hace. NUNCA. Así que pensé en no sacar leche congelada de la reserva, porque se iba a tirar, pero va, la saqué por si acaso, más que nada para tranquilizar a mi marido.

¿¿¿¿Alguien puede creerse que justo ese día en que yo no estoy, se despierta y quiere teta??? Hablé por teléfono con mi marido, sobre las 24:00h, nos quedaban los cafés y nos marchábamos. Me dijo que le había tenido que hacer el biberón, hacia las 23:30h, ¿cómo? ¡¡¡¡Si no lo hace nunca!!!! Si cuando yo he probado a darle de comer a esa hora, no me ha resultado. ¿Por qué? ¿POR QUÉ? Al día siguiente no lo hizo, ni al otro, ni al otro.........................................
¿Se alinearon los planetas? ¿Es un castigo? ¿¿Nota mi presencia, en este caso, mi ausencia?? ¿¿Será verdad eso de que te huelen?? Millones de preguntas me bombardearon esa noche.
Menos mal, que la tragona aceptó bien el biberón. ¡Ya sé que puedo escabullirme algunas horas sin sufrir porque mi hija no coma, jejejee!!

En fin, que nunca conoces 100% a tus hijos. Te sorprenden cuando menos te lo esperas.
Bueno, 100% no, pero un 95........ Hasta otra!!